Como bien dice el nombre del blog "El Mundo De Hoy" aquí no solo se habla de cine, al estar en un mundo tan diverso como en el que estamos, la música es también un tema muy importante en la actualidad, y entre la música encontramos una diversidad de géneros cada vez más impresionante, y entre mis géneros favoritos se encuentra el metal, y en el caso de hoy, nos ocupa la obra maestra de una banda que, en opinión de su servidor, fue de las mejores bandas en lo que a power/progressive/symphonic metal se refiere, ya habiendo dicho esto, comencemos con la reseña.
Kamelot es una banda nacida en Tampa, Florida, a manos de su líder y compositor principal "Thomas Youngblood", nacidos en 1991, Kamelot ya tenía cinco discos en su disco grafía, en sus primeros álbumes empezaron a buscar un sonido que los caracterizara como banda, entregándonos así discos como "Eternity" o "Dominion" ambos fieles al power metal de antaño, para su tercer álbum "Siege Perilous" contaron con la llegada de su vocalista más reconocido y más querido por sus fans y no tan fans, el prestigioso y talentoso "Roy Khan", la llegada de Khan significó para la banda un cambio en su estilo y sonido, al igual que Youngblood y Khan estarían juntos al momento de componer, sale el tan aclamado "The Fourth Legacy" el álbum que definió su estilo para los años posteriores, el cual les dio el inicio para el camino a la perfección, pudimos notar esto en el "Karma" del 2001, tras éstos dos discos se sabía que algo grande iba a llegar por parte de los Kamelot, y así, es como nace "Epica" el álbum que nos ocupa hoy.
"Epica" está basado en la novela "Fausto" escrita por "Johann Wolfgang Goethe" y como dato curioso, el nombre de éste álbum sería ocupado por la banda de Mark Jensen y Simone Simons.
El álbum comienza con "Prologue" que es un intro que nos muestra las líricas de las canciones que escucharemos a lo largo del álbum, con algo de distorsión claro está, con unos teclados agudos y unos coros que cada vez cobran más fuerza entra la poderosa, potente, y a la vez hermosa "Center Of The Universe", que representa a la perfección la primera escena del libro, en la cual Fausto observa el macrocosmos y a la vez se pregunta si la búsqueda de la verdad y del conocimiento a la cual ha dedicado su vida entera en realidad valió la pena, sin duda alguna, perfección, tenemos coros, teclados, y un Roy Khan apasionado al micrófono.
Sin dejarnos descansar llega "Farewell" en la cual esta vez destaca más la voz de Roy Khan junto a Youngblood, el cual se luce con su guitarra para éste corte, un solo exquisito, una batería que no descansa, un estribillo que dan ganas de cantarlo a todo volumen, sin duda, gran tema, un teclado nos va despidiendo de la canción y entra "Interlude I - Opiate Soul" que a través de sollozos y escalofríos de Khan nos va llevando hacía unos coros que cantan repetidamente:
"Dulsissima, Oh Fortuna, Venit Meos"
Por la naturaleza del tema, se puede deducir que nos encontramos en la escena en la que Fausto alcanza a ver y a escuchar coros de ángeles, en el borde del paraíso, como bien se titula el tema que continúa "The Edge Of Paradise" que consideró cada vez que lo escucho que es uno de los mejores temas del disco, en el cual las orquestaciones y coros toman más fuerza que en los temas anteriores, un tema que crece y decrece según pasa el tiempo, pero sin dejar de mantener nuestros oídos en un tremendo éxtasis.
Empieza una tormenta, y nos recibe de una forma muy cálida la balada "Wander" una de las mejores baladas del conjunto sin duda alguna, en el cual la guitarra, voz y teclados forman el equipo perfecto para crear una pieza con una belleza absoluta, con un estribillo que hace cantar a cualquiera por su forma de ser tan pegajosa y tan encantadora, mención especial para Palotai, que con sus teclados crea una sinfonía perfecta para acompañar el tema.
Continúa el "Interlude II - Omen" un interludio algo simple, con un piano, y lo que parece ser un cello en un cielo estruendoso para así darnos la entrada de nuevo a la velocidad con "Descent Of The Archangel" que funciona para representar la entrada de Mefistófeles en la novela, Roy Khan se luce con la interpretación de ambos personajes, modificando su voz entre lo grave y agudo para diferenciarnos de "Fausto" y de "Mefistófeles" éste tema es más experimental, las baterías van a un ritmo más creativo, los teclados varían, y curiosamente se nota menos el trabajo de Youngblood en este corte.
Sin espera se asoma "Interlude III - At The Banquet" que con ambiente de bar y con un estilo flamenco nos introduce en menos de 30 segundos a la gigantesca "A Feast For The Vain" mi favorito corte del disco y en mi opinión, el mejor, tenemos a todos los instrumentos destacándose, guitarra, una batería rápida como siempre, unos teclados que le añaden una belleza tremenda a la canción, y un Roy Khan que al igual que en la anterior canción nos representa a "Fausto" y " Mefistófeles" con una habilidad vocal impresionante, la canción representa el momento en que los dos personajes asisten a un banquete en el cual Mefistófeles saca vino de un hueco de la mesa y luego procede a convertirlo en fuego, toda esta escena se puede deducir en el intermedio de la canción, terminamos el corte con el estribillo llegando a su clímax, haciendo que cualquier oyente llegue al éxtasis inmediato.
Se escuchan unos vendavales fuertes, y entra con una acústica la mejor balada del disco "On The Coldest Winter Night", los Kamelot se visten de poetas y nos entregan una balada más que hermosa, los ritmos de la guitarra acústica hacen perfecta armonía con el piano y las orquestaciones de Miro y Palotai, el romanticismo y la poesía son el fuerte para éste corte, representa perfectamente el amor entre Fausto y Margarita(en esta versión llamada Helena), recomendable oírlo acompañado de una copita de vino, sin duda, de sus mejores baladas, y de las favoritas de su servidor.
Se acaba la felicidad y el romance, y con unos tambores y redoblantes amenazadores, nos recibe "Lost and Damned", Youngblood recobra las fuerzas y nos entrega un solo para iniciar con la mayor de las fuerzas, los redoblantes continúan en éste corte, y los estribillos acompañados de piano y batería no se hacen esperar, el power y la melodía logran juntarse en ésta canción como se debía.
Tras un coro de pajarillos, entra la melódica y a la vez sinfónica "Helena´s Theme", con una Mari Youngblood entregada a su papel en el disco, tras sus versos cantados, entra la más poderosa orquestación de todo el disco, con violines, teclados, poderosas trompetas, en fin, toda una ópera que tan solo dura unos segundos para nuestro infortunio, se despide el tema con una voz casi in escucha de Khan, y así empieza el último interludio "Interlude IV - Dawn", que con un violín agudo y un teclado que desaparece, nos aparece la voz de un hombre que nos avisa que la bella Helena ha sido condenada por sus pecados.
Al igual que con "Lost and Damned" el corte "The Mourning After - Carry On" empieza con panderetas y tambores que nos amenazan la tragedia ocurrida, quizá la canción suene algo desganada por sus coros, pero la verdad es que tiene bastante fuerza a lo que va transcurriendo, al igual que unas líricas que erizan la piel, al acabar el tema, tenemos un último grito de Khan (Helenaaaa....!!) en el cual representa el momento en el que Helena muere antes de que Fausto la salvara.
Entra "III Ways To Epica" que a pesar de ser la más larga del disco y la que mejores intenciones tiene, me parece la más flojita del disco, el nivel desciende, los estribillos no tienen tanto poder y casi no se le siente fuerza, aún así es un tema que se deja escuchar.
Se acaba el disco con "Snow", un último corte bastante decente, al igual que todos los anteriores, tenemos buenos teclados, buena batería, fuertes guitarras, y un Roy Khan apasionado por cada verso que canta.
Y así acabamos la primera parte de ésta oda tan increíble que crearon los Kamelot, seguramente su mejor disco hasta la fecha (quizá por eso la longitud de la crítica), pronto reseñaré la segunda parte, que viene con su gigantesco "The Black Halo" como calificación final del disco: 9.80/10.0
